Muchas mamás se
preguntan cómo pueden saber si su bebé está siendo bien alimentado y si toma
suficiente leche materna. Estas dudas e incertidumbre que suelen asaltar a los
padres, sobre todo cuando ya se encuentran en su domicilio, son el motivo de
consulta mayoritario tras el alta del hospital y además son un factor
importante de abandono de la lactancia materna, más aún si no se tiene el apoyo
e información necesaria. Por esta razón vamos a ver de manera muy resumida en
qué signos hay que fijarse para saber si su hij@ está lactando adecuadamente.
Pues bien, los
signos en los que tenemos que fijarnos cuando se está dando el pecho al bebé
son:
El bebé coge peso.
Para empezar tenemos que advertir a los padres de
que los recién nacidos alimentados al pecho no siguen el mismo patrón de
crecimiento que los que están alimentados con leche de fórmula. También tenemos
que informar de que a los 3-4 días el recién nacido tiene una pérdida
fisiológica del 6-10 % de su peso inicial que, recuperan hacia el 10º-14º día y
con aumento posterior de más de 20g/día. Si un bebé no engorda o pierde peso
puede ser debido a que no recibe leche suficiente (aunque se deberían
considerar otros factores como alergias, enfermedades, etc).
Es importante que sepamos que cada bebé es diferente
en cuanto a su desarrollo, y si no aumenta de peso según los percentiles
estipulados, pero sin embargo cumple los requisitos de los que hablaremos más
adelante, es posible que esté bien alimentado.
Ojos
Un bebé que recibe leche suficiente debería tener
los ojos húmedos mientras que si sufre de deshidratación suele tener los ojos
hundidos.
Piel
Una piel suave e hidratada indica que la
ingestión de líquidos es la correcta. Un bebé que no recibe leche suficiente
puede estar pálido con la piel muy seca, arrugada y que se magulla facilmente.
Si el bebé sufre de deshidratación la piel perderá su turgencia, es decir,
perderá su elasticidad normal y si se pellizca, queda pinzada en lugar de
volver a posición de forma rápida.
Expresión
facial
Un bebé que está bien hidratado muestra
interés en mirar a su madre o a cualquiera que lo tenga en brazos. Un bebé
desinteresado puede indicar que no está recibiendo leche suficiente. A veces
los bebés que no reciben leche suficiente tienen una expresión de ansiedad en
la cara.
Frecuencia
de las tomas
Los recién nacidos suelen amamantar entre 8-12
veces en 24 horas durante las primeras semanas. Algunos bebés necesitan
amamantar cada hora, sobre todo durante una crisis o brote de crecimiento (suelen
ocurrir los primeros días y alrededor de 7-10 días, 2-3 semanas, 4-6 semanas, 3
meses, 4 meses, 6 meses y 9 meses, más o menos). Sin embargo, si un bebé parece
que tiene hambre una 1/2 hora después de una toma puede ser debido a que no
está recibiendo leche suficiente (sobre todo si la madre tiene los pezones
doloridos o agrietados). Aunque algunos bebés sí que amamantan frecuentemente y
no necesariamente es debido a que tienen hambre sino que usan el pecho como un
chupete, es decir usan el pecho para reconfortarse. Ésto es normal y uno no
debe preocuparse, es mejor poner el bebé al pecho cuando lo pide que
sustituirlo por un chupete.
Patrón
de sueño
Un recién nacido que duerme mucho. Cada bebé
tiene su propio patrón de sueño y los intervalos entre toma y toma varían. Sin
embargo, muchos bebés que maman tienen un período de sueño largo en 24
horas (de 3-5 horas) normalmente por las mañanas. Los recién nacidos suelen (y
deben) mamar mucho por las noches porque es cuando los niveles de prolactina
(hormona que estimula la producción de la leche) son más altos. Este período de
tomas nocturnas puede durar hasta los 4 meses. Además, la mayoría de los bebés
tienen por lo menos un período en el que maman constantemente, normalmente
por las noches (entre las 6-10 de la tarde/noche). Durante este período es
imposible saber cuándo una toma termina y otra empieza porque el bebé mama de
forma constante (de los dos pechos). A medida que el bebé crece suele dormir
menos.
Llanto
El llanto no
suele ser un signo de hambre fiable. Algunos bebés lloran mucho, no
necesariamente porque no están recibiendo leche suficiente. El llanto
inmediatamente después de una toma no indica necesariamente que el bebé tiene
hambre. Sin embargo, un llanto débil puede ser indicativo de deshidratación.
El
bebé orina.
Durante los primeros días, cuando el bebé recibe el
calostro, mojará tan sólo 1 ó 2 pañales
al día. Una vez que “suba” la leche, más o menos a los 3-4 días, mojará de 5 a
8 pañales diarios.
La orina que produce un bebé bien
hidratado debería oler muy poco y ser de color amarillo muy claro. Si la orina
es de color amarillo oscuro y huele mal (a amoniaco) o si no hay orina puede
ser debido a que el bebé no recibe leche suficiente.
El
bebé hace deposiciones.
En los primeros
días, el recién nacido elimina meconio (primeras deposiciones de un color
alquitranado y de consistencia muy pegajosa). Después, en las primeras semanas,
suele hacer de 2 a 5 deposiciones diarias, aunque algunos pequeños hacen una
deposición con cada toma. A veces, puede haber una deposición cada 1-2 días.
Los niños alimentados con lactancia materna exclusiva, disminuyen la frecuencia
de las deposiciones a partir del primer mes, llegando a ser normal una
deposición cada varios días, normalmente cada 5-6 días. Aún así, si el bebé no
hace deposiciones en más de 6-7 días, lo mejor es visitar al pediatra para
descartar cualquier problema o alteración gastrointestinal.
Espero que esta información os sirva de ayuda.
RECORDAR: ante
cualquier inquietud sobre la lactancia materna no dudéis en preguntar a vuestra
matrona.
Alejandra
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