Quería compartir un escrito muy interesante de Gloria Lemay (asistente privada de partos en Vancouver, British Columbia, Canadá) de “Cómo parir sin desgarrarse”, está dedicado especialmente a todas estas mujeres que están a punto de parir, las cuales entre sus miedos está el desconocimiento de todas las sensaciones que experimentarán durante el trabajo de parto (concretamente en el expulsivo). Como soy de la idea de que el tener información disminuye el temor, me ha parecido buena idea mostraros este artículo que comienza así….
Parir sin desgarrarse y conservar el periné integro
es una meta para todas las parturientas (yo añado, que también para las
matronas). Nos encanta conservar nuestros genitales completos e intactos. Mucha
gente cree que la integridad de la vagina y del periné en el parto son una
cuestión de suerte, fortuna o un regalo que depende de las fuerzas que
concurren en el momento del parto.
Hay bastante folklore en torno a preparar o masajear
el periné en el embarazo. Ninguna otra especie de mamíferos hace algo así.
Decirle a una mujer que se de masajes en el periné durante el embarazo supone
una falta de confianza en sus tejidos, que están perfectamente diseñados para
parir al bebé.
El trabajo para
conseguir un periné intacto hay que iniciarlo mucho antes del parto.
Se trata de explicar las sensaciones que se notan conforme la cabeza del bebé
estira los tejidos, y alertar a la madre de los riesgos que tiene empujar, con
el fin de ayudar a la mujer a tener un expulsivo suave para el bebé y para
ella.
Las mujeres
tienen muchas ganas de escuchar durante las charlas prenatales la realidad del
parto. En los siguientes puntos resumo la información que
yo les doy sobre la segunda fase del parto, lo que se conoce como
"expulsivo".
Empezarás a tener ganas de empujar cuando sientas
una sensación como de tener que defecar, una presión en el culo. En esta parte
no tendremos ninguna prisa. Te conectarás con tu cuerpo y procurarás no
impacientarte. Esto permitirá que tu cuerpo libere hormonas para tu periné que
lo reblandecerán al máximo para el momento en que la cabeza del bebé lo estire.
La presión en tu culo se hará más fuerte, hasta que
tengas la sensación de que te estás partiendo en dos y de que no lo puedes
soportar. Esto es normal y ninguna mujer se ha roto en dos, así que tú no vas a
ser la primera que lo haga. Como ya habrás aprendido que esto es lo normal te
relajarás y verás que ésta es una sensación interesante y extraña. Tal vez
incluso pienses "Vaya, Gloria me
dijo que sentiría esto y tenía razón. Supongo que esto ocurre desde los
principios de la humanidad..." .
Lo siguiente que sentirás será como una quemazón
intensa y pinchazos justo alrededor de la entrada a la vagina. Esto es lo que
muchas mujeres describen como el "círculo de fuego" porque rodea toda
la abertura de la vagina. En este momento te saldrá de manera instintiva el
llevarte la mano a la vulva que está prominente e intentar sujetar por donde
sale la cabeza del bebé. Este instinto lo debes seguir. Parece ser que
realmente es útil poner ahí tus propias manos. A veces a las mujeres les gusta
tener paños calientes en el periné en este momento, así que si los quieres házmelo
saber. Si te gusta el calor lo dices, y si no te gusta pues dilo también.
Haremos lo que a ti te apetezca.
La mayoría de las mujeres prefieren el expulsivo a
la dilatación. Cuando estás empujando sientes que por fin avanzas y que
realmente hay una meta al final de todo tu esfuerzo.
Es un momento en el que tienes concentrarte al
máximo y centrarte en ti misma. No permitiremos que nadie hable en la
habitación. Todos permaneceremos en silencio entre las contracciones y
respetándote mientras tú aprovechas para volver a concentrarte en ti misma.
Cuando empiezas a sentir el círculo de fuego, no hay ninguna prisa. Te animaré
a que empujes como te apetezca hasta que la cabeza esté coronando (cuando la
mayor parte de la cabeza ya es visible). Lo único que tocará tus partes será el
paño caliente y tus manos. Es muy importante que la matrona mantenga las manos
alejadas porque en ese momento tus tejidos están hinchados y llenos de sangre,
y sólo con apretarte con los dedos te puede hacer un moratón o raspazo. Esto
puede producirte un desgarro. Utilizaremos un espejo de plástico y una linterna
para ver cómo vas y así poder orientarte. No os tocaremos ni a ti ni al bebé.
El momento de la coronación (cuando sale la cabeza)
es muy intenso y requiere que te concentres exclusivamente en notar la
sensación de quemazón como una sensación segura y sana que no se parece a nada
que hayas sentido antes. Tal vez oigas una voz malvada dentro de ti que te
dice: "venga, empuja fuerte de una
vez y así acabarás ya, qué más da si te desgarras, lo que quieres es acabar de
una vez por todas y que esa cabeza salga ya de tu culo!". Esta voz
malvada no te va a ayudar, así que le das gracias y luego te dices a ti misma: "venga, aguanta así. Vas muy bien. Si
paso el tirón jadeando y me aguanto las ganas de empujar seguiré fiel a mis
propósitos, no me desgarraré y a la larga estaré mucho mejor". Tu
matrona sólo te dará consejos positivos de la forma más sencilla posible para
que no te desconcentres. Típicamente te dirá cosas como: " Muy bien, Linda, suave....suave...suave....aguanta aguanta
conmigo....has....hah....ha.......Muy bien, ya hemos acabado con esta. Te estás
abriendo divinamente, hay muchísimo sitio para tu bebé, tu hija tiene el tamaño
ideal para pasar..."
Te ofreceremos agua y una pajita porque la
hidratación es importante en el expulsivo. Puedes beber o dejarlo, lo que te
apetezca
Cuando la cabeza haya terminado de salir notarás un
inmenso alivio. Entonces tienes que seguir centrándote en la siguiente
contracción, que hará que salgan los hombros del bebe. Luego todo el cuerpo del
bebé saldrá rápidamente con muy poco esfuerzo por tu parte. Te subiremos al
bebé sobre tu piel desnuda en ese momento y verás cómo es lo más alucinante del
mundo tener a ese pegajoso, resbaladizo, y maravilloso bebé contigo fuera de tu
cuerpo.
Tal vez notes tu periné muy reblandecido, y aunque
te extrañe lo que mejor va en ese momento es ponerte unos paños o compresas
húmedos con agua muy caliente. Esto coincide con una teoría de la medicina
china de que nunca hay que poner nada frío sobre la madre o el bebé. Las
mujeres dicen que se sienten mucho mejor en cuando se les aplica el calor y la
hinchazón disminuye en seguida.
Cuando salga la placenta notarás como si un tampón
muy grande y suave se escurriera. Es un sentimiento hermoso completar todo el
proceso del parto con la salida de la placenta.
Cuando una madre recién parida conserva el periné
intacto se recupera antes y mejor del parto. A mí me gusta enrollar una toalla
y hacer con ella un círculo sobre el cual la madre se siente mientras da de
mamar.
Las relaciones sexuales se pueden reanudar cuando la
pareja se siente preparada, y a veces un poquito de aceite de oliva o de
almendras viene bien como lubricante al principio.
Espero que os hubiese gustado.
Gloria Lemay
Traducido por Ibone Olza
Alejandra
Alejandra
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