lunes, 18 de marzo de 2013

¿ Qué es la Muerte Súbita del Lactante?


El Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) constituye la situación más estresante a la que se pueden enfretar los padres, el hecho de perder un hijo, que por si misma supone una vivencia desgarradora.
Sin embargo esta situación se repite cada día cientos, quizás miles de veces, en todos los países del mundo. Este hecho ha llevado a que la SMSL constituya la primera causa de muerte en el primer año de vida en los países desarrollados (generalmente en los primeros meses). Su frecuencia es 1 de cada 500 recién nacidos.
El SMSL supone por razones obvias, una enorme preocupación mundial y en los últimos años se han sentado las bases y se han puesto en marcha estudios epidemiológicos, clínicos, neurofisiológicos, anatómicopatológicos,etc, están permitiendo un mejor conocimiento del SMSL y de los factores relacionados con el mismo.
La Asociación Española de Pediatría (AEP), como lo han hecho otras sociedades científicas, que preocupada por la incidencia y transcendencia del SMSL en nuestro país, lleva años desarrollando estudios a través de su "grupo de trabajo para estudio y prevención de la muerte súbita del lactante " a fin de conocer la reincidencia de esta entidad en nuestro medio; de desentrañar los factores de riesgo, de dar a conocer este cuadro entre los profesionales sanitarios y sobre todo de dar los consejos y normas orientadas a disminuir y, ojalá, a hacer desaparecer el SMSL.
Por este motivo me veo en la obligación de tratar este tema en el blog con la esperanza de que resulte de ayuda.
Comenzar definiendo, este síndrome es la muerte repentina e inesperada de un niño menor de un año aparentemente sano.También se denomina "muerte en cuna" o "muerte blanca". Generalmente se encuentra muerto al bebé después de haberlo puesto a dormir, no mostrando signos de haber sufrido.
Se considera SMSL si, después de una investigación post mortem, la muerte permanece sin explicación. En esta investigación se incluye una autopsia, circunstancias de la muerte y exploración del historial médico del niño y de la familia.
Curiosamente la mayor parte de los casos pasan entre la medianoche y las 9 de la mañana, durante el sueño. También hay más casos en meses fríos y húmedos.
Aunque en la actualidad no se sabe la causa (o mecanismos ) de SMSL, si hay factores que aumentan el riesgo, por lo que se puede actuar contra estos factores.

LOS FACTORES QUE AUMENTAN EL RIESGO:

  • El bajo nivel socioeconómico es uno de los factores de riesgo más claramente establecido. El consumo materno de drogas y alcohol, el mayor número de partos y el menor intervalo entre las gestaciones, se han asociado a un aumento ligero del riesgo, siendo estos hechos los que se acumulan en grupo de población desfavorecidos, en los que los cuidados deficientes y el maltrato pueden ser más frecuentes. En las sociedades occidentales como la española con un primer hijo en la adolescencia y las madres sin pareja estable o soltera, también tienen mayor riesgo.
  • Los niños prematuros y de bajo peso para su edad gestacional al nacer, tienen mayor probabilidad de padecer SMSL. Partos múltiples.
  • La exposición del bebé al humo de tabaco. Los niños que mueren de SMSL tienden a tener concentraciones de nicotina ( marcador biológico de la exposición al humo de tabaco) en sus pulmones mayores que los bebés que mueren por otras causas. Los bebés que son fumadores pasivos tienen un alto riesgo de muerte súbita del lactante.
  • Tener un hermano/a que tuvo SMSL.
  • Sexo del bebé (alrededor de un 61% de los casos de SMSL sucede en varones)
  • Cuidado prenatal inadecuado o ausencia del mismo.
  • Alimentación incorrecta de la madre durante el embarazo, nutrición prenatal insuficiente.
  • Exceso de ropa ( de cama o vestimenta), colchón demasiado blando (donde se puede hundir el rostro del bebé), peluches, etc.
  • Temperatura demasiado elevada de la habitación.
  • Poner a dormir al niño boca abajo.
¿ CÓMO SE PUEDE DISMINUIR EL RIESGO?


 Existen tres recomendaciones fundamentales, basadas en investigaciones médicas:
  1. Posición supina (boca arriba para dormir): los bebés sanos deben dormir en posición supina (baca arriba). No se recomienda forzar la postura en los niños que se dan la vuelta espontáneamente, una vez colocados boca arriba para dormir.  Sólo una indicación médica específica (reflujo gastroesofágico grave, malformaciones craneofaciales que afectan a la vía aérea superior) puede recomendarse el decúbito prono (boca abajo). Los niños con reflujo gastroesofágico importante pueden dormir de costado, aunque esta es una posición inestable y suelen acabar boca arriba.             Los niños sanos protegidos de manera natural frente a la aspiración del vómito. Su vía aérea está a salvo mientras están boca arriba, y su riesgo de aspiración es mínimo debido a que tienen reflejos de deglución (tragar), toser, vomitar y se despiertan en caso de atragantamiento.                                      No ha habido un incremento de niños fallecidos por aspiración de leche u otros alimentos desde que comenzaron las campañas de prevención.  La posición supina no incrementa los episodios de apnea (parada respiratoria) o cianosis (color azulado por falta de oxígeno).  Pero una de las consecuencias de que el bebé esté tumbado boca arriba siempre, en la misma posición es la plagiocefalia, una deformidad craneal que en algunos casos puede ser de consideración. Por ello, para evitarla, aconsejan variar la postura del niño y existen una "almohadas" específicas para prevenirlo.    
  2. El niño debe estar en una atmósfera libre de tabaco, antes y después del nacimiento. Si la madre fuma durante el embarazo y durante el primer año de vida del bebé, el riesgo del SMSL se multiplica por cuatro. Si ambos padres fuman, el riesgo se incrementa casi por dos veces y media.      
  3. El bebé no debe quedar cubierto con ropa de cama mientras duerma: Es conveniente que los pies del bebé contacten con el límite de la cuna, de esta manera tendrá menos posibilidades de desplazarse por debajo de la ropa de la cama. Evitar que la cabeza quede cubierta. La manta es recomendable que no supere al pecho del bebé y esté metida debajo del colchón.
REDUCIENDO OTROS RIESGOS
  • Lactancia materna: esta es el mejor alimento para los bebés, tiene un efecto protector frente a la muerte súbita del lactante. disminuye la incidencia de algunas infecciones de las vías respiratorias altas que pueden influir en el desarrollo de SMSL. 
  • Chupete: hay investigaciones que sugieren que reduce la incidencia del SMSL si se usa para dormir. Un estudio del año 2005 indica que el uso del chupete está relacionado con un 90% de reducción del riesgo de SMSL. Se ha especulado que la superficie sobresaliente de este, mantiene el rostro del bebé despegado del colchón, lo que reduce la probabilidad de asfixia. Si el niño no quiere chupete no forzarlo. Si el lactante toma el pecho, se puede tardar un poco en introducir el chupete, hasta que la lactancia materna esté bien establecida. No mojar el chupete en sustancias dulces ( la miel), ya que esta puede causar botulismo infantil en niños muy pequeños, enfermedad que puede estar asociada con el SMSL. 
  • Los colchones muy blandos o de lana, los almohadones y cojines, los colgantes al cuello son peligrosos, así como cualquier otro objeto que pueda provocar asfixia durante el sueño, cintas o cordones de las inmediaciones de la cuna.Usar un colchón firme y sin almohada.
  • Compartir la cama (colecho): existe un riesgo aumentado si el niño comparte la cama para dormir con una madre fumadora. Sin embargo, en algunos paises, con baja incidencia del SMSL, se comparte la cama con alta frecuencia. En a actualidad se están realizando estudios para determinar este complejo hecho, a través de un Estudio Internacional sobre los Cuidados del Bebé (leer post del Colecho) 
  • Hipertermia/hipotermia: investigaciones actuales muestran que los niños que están sobre calentados o fríos tienen mayor riesgo de SMSL. La posición prona (boca abajo) minimiza la pérdida de calor, por lo que la temperatura puede aumentar en exceso. Debe mantenerse la habitación a una temperatura de 20 a 22ºC y evitar el arropamiento excesivo, especialmente si el niño tiene fiebre. 
  • Emanaciones de CO (monóxido de carbono): todos los años fallecen personas por emanaciones de CO procedentes de gas u otro combustible, debidas a instalaciones en mal estado, en locales mal ventilados o con salida de gases inadecuadas. 
  • Jarabes con antihistamínicos y otros sedantes: en general están contraindicados los sedantes en los bebés. Muchos jarabes para el catarro contienen antihistamínicos que pueden, incluso a dosis adecuadas, ejercer una acción sedante inconveniente.
 ¿SE PUEDEN PONER APARATOS U OTROS MECANISMOS DE ALARMA COMO MÉTODO DE PREVENCIÓN?

Aunque no haya evidencias científicas que la monitorización domiciliaria disminuya la incidencia del SMSL tiene suficiente sensibilidad y especificidad para identificar a los lactantes con mayor riesgo futuro, tampoco existen datos para desaconsejarlas.
La monitorización en casa es una medida específica indicada sólo para los niños con alto riesgo de SMSL. En general, estos son bebés que tienen el antecedente de un hermano que murió por SMSL o con problemas pulmonares serios (apneas o paradas graves de su ritmo respiratorio o cardiaco).
No se sabe bien la efectividad de los programas de monitorización en casa para prevenir la SMSL, incluso con un uso óptimo de la técnica. Estos programas requieren la colaboración estrecha de los servicios de salud y de asistencia a domicilio. La instauración de un monitor en casa sin seguimiento adecuado dificilmente va a conseguir sus objetivos y puede crear graves dificultades a la familia.
Los monitores domiciliarios son aparatos de diseño y manejo fácil. Se basan en que si el bebé baja o cese de su respiración o pulso , suena la alarma.
Antes de iniciarse la monitorización hay que explicar detalladamente todos los pormenores de la misma a los padres. La respuesta correcta frente a una alarma debe ser el objetivo principal del plan de enseñanza. Los padres aprenderán desde la estimulación ligera hasta una reanimación cardiopulmonar, en función de cómo esté el niño.
Los problemas más comunes son:
- La incapacidad para distinguir una alarma real de una falsa.
- El aumento de la frecuencia de falsas alarmas al madurar el lactante y tener más movilidad.
- La irritación de la piel por los electrodos.
- La dependencia familiar al monitor.
La supresión de la monitorización causa gran ansiedad a la familia, por lo que hay que ir preparandola a lo largo del seguimiento. En la mayor parte de los casos se puede suspender entre los 6 y 9 meses.

Para más información pueden consultar en: www.aeped.es/documentos/libro-blanco-muerte-subita-lactante-smsl o a un profesional sanitario (pediatra, enfermera, matrona, médico familia, etc)

Alejandra
                                                                                    





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