sábado, 8 de diciembre de 2012

Verdad o mito;cada hijo me costó un diente:

Habitualmente escuchamos que durante el embarazo es posible que a las mujeres se le caiga alguna pieza dental, otros más extremistas dicen que con cada embarazo la mujer debería perder al menos un diente, sin embargo los especialistas afirman que no tienen ninguna base científica.
Por este motivo, me parece interesante argumentar la importancia del cuidado dental en el embarazo y desterrar determinados mitos al respecto, con una buena higiene dental y hábitos nutricionales adecuados.
Durante el embarazo se producen grandes cambios en la mujer a todos los niveles: en aspecto físico, químico y psicológico.
Esto hace que la cavidad bucal de la embarazada sea más susceptible a padecer gingivitis y caries.
1. Gingivitis
Durante el embarazo se produce un aumento de las hormonas llamadas Progesterona y Estrógenos las cuales condicionan cambios en las estructuras de todo el organismo y entre ellas, los tejidos de la boca. Estos aumentan la irrigación sanguínea y sufren una mayor capacidad inflamatoria ante irritantes locales externos, aumentando así, la posibilidad de sufrir ciertas alteraciones como la gingivitis.
La placa bacteriana actuaría con más agresividad en unas encías cuyo estado está influído por las hormonas, la alimentación deficiente, el cambio de hábitos alimentarios o de pautas de higiene dental.
La gingivitis consiste en una inflamación de las encías que aparecen enrojecidas, edematosas, sensibles y con tendencia al sangrado espontáneo o por estímulos pequeños como cepillarse los dientes.
Durante el embarazo esta alteración es tan frecuente y específica que recibe el nombre de gingivitis del embarazo. Esta es más evidente a partir del tercer mes de embarazo.
Si la mujer padecía previamente gingivitis o enfermedad periodontal, ésta empeora durante el embarazo.
Si la gingivitis no se trata, puede evolucionar a enfermedad periodontal con lesión de los tejidos de unión del hueso y riesgo de pérdida de dientes.
En un pequeño porcentaje se observa un aumento localizado de la encía que recibe el nombre de granuloma, épulis o tumor del embarazo.
2. Caries
La caries también es frecuente durante el embarazo. El cambio en la flora bacteriana de la boca durante esta etapa, lo que unido a una mayor apetencia de la embarazada por los hidratos de carbono en general y los dulces en particular aumenta el riesgo de caries. 
Por ello, durante esta época deben seguirse cuidados específicos para conservar la salud bucodental, que comprenden no sólo una cuidadosa higiene bucal sino una adecuada alimentación.
Es fundamental tener una alimentación equilibrada no sólo para evitar las alteraciones bucales sino para la salud general de la madre y la salud y desarrollo de su bebé.
El proceso de formación de los dientes del bebé comienza entre el tercer y el sexto mes de embarazo.
Es importante un aporte adecuado de vitaminas como la vitamina A y D y minerales como calcio y fósforo cuyo aporte esencial para la formación de los huesos y dientes del futuro bebé.
Los hidratos de carbono simples o refinados son más cariogénicos (potencial de producir caries) que los complejos y pertenecen a este grupo el azúcar, y los alimentos dulces como los caramelos, pasteles, golosinas, etc., por lo que es aconsejable moderar su consumo.
Esta situación es neutralizable de manera muy sencilla extremando las medidas de HIGIENE BUCAL. Para una limpieza cuidadosa con un cepillado después de las comidas utilizando un dentífrico fluorado e hilo dental y duración superior a 2 minutos. Otro elemento para la prevención de caries, sobre todo en pacientes con vómitos es el uso de enjuagues fluorados (topicaciones de flúor que mejoran la calidad del esmalte superficial).

VISITAS AL ODONTÓLOGO
Lo ideal es comenzar el embarazo con una boca sana, sin caries ni otros problemas como gingivitis, sarro, flemones, etc, ya que estas patologías no sólo afectan a la salud de madre, sino también a la del hijo.
Es aconsejable realizar visitas periódicas al dentista, que podrá efectuar los tratamientos oportunos y detectar y prevenir cualquier alteración para que la salud bucal sea óptima.
Si no se ha acudido antes, las revisiones dentales pueden hacerse sin problema durante el embarazo.
Pueden realizarse algunas intervenciones odontológicas ya que existen ciertos fármacos y anestésicos que pueden usarse durante el embarazo.
Pero los tratamientos que no sean de máxima urgencia deben posponerse para después del primer trimestre. En la última mitad del tercer trimestre también es aconsejable evitar las intervenciones odontológicas.
Algo de interés para las embarazadas gallegas, es que el PROGRAMA DE SALUD BUCODENTAL del SERGAS oferta las siguientes prestaciones:
- Exploración preventiva de la cavidad oral.
- Educación para la higiene y salud bucodental.
- Limpieza por ultrasonidos, si está indicado.
- Fluoración dental cada tres meses, correspondiendose aproximadamente con las 3 visitas que recoge el programa de atención (1º, 2º y 3º trimestre del embarazo)
Además también incluye una revisión después del parto.
RECUERDEN: si tienen alguna duda consulte con su matrona de atención primaria.






Aejandra

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