Desde que he empezado mi rotación en la consulta de atención primaria, he detectado que un porcentaje muy elevado de las mujeres que ya han alcanzado el climaterio y que vienen a realizarse el scrining de cáncer de cérvix (PAP), "sufren en silencio la sequedad vaginal", ya que por un motivo u otro no lo consultan porque posiblemente se creen que es un problema banal.
Sin embargo, este síntoma tan própio de la menopausia (cese de la menstruación de más de 12 meses, debido a una disminución de la función ovárica y como consecuencia también de sus hormonas, iniciando así la tercera etapa de la mujer llamada climaterio), aunque no exclusivo, además de desagradable, afecta mucho a la calidad de vida de la mujer, y no sólo en su día a día sino también en sus relaciones sexuales. Porque la verdad resulta más fácil hablar de ansiedad, insomnio o sofocos (también presentes en la menopausia) que de sequedad vaginal.
La explicación a esto, posiblemente está en que la mayoría de las mujeres, sobre todo las de una cierta edad, tienen el sexo y temas relacionados como un tabú, les da mucho pudor hablar ello, evitándolo.
La consulta de la matrona de atención primaria en mujeres menopáusicas es idónea para la captación y solución a patologías que suelen pasar en numerables ocasiones desapercibidas. Es en esta, cuando por ejemplo al introducir el espéculo (necesario para realizar distintas técnicas), se puede observar por un lado la falta de lubricación y por otro la cara de dolor de la señora, le explicamos que esto es normal, pero que tiene solución. A veces, profundizando en el tema, la paciente nos puede expresar que su vida íntima a cambiado, bien por molestias en las relaciones o por no tener deseo sexual (síntoma también presente en la menopausia). Este último puede tener un origen psicológico (individuales o de pareja), hormonales o combinación de ambos. Aquí los aspectos culturales serán determinantes para que la mujer acuda o no a la consulta médica.
Es importante que sepan porque aparece la sequedad vaginal, con una sencilla explicación: nuestras hormonas son las responsables, o mejor su disminución, producimos menos estrógenos y es cuando el epitelio de la vagina comienza a adelgazar, teniendo el mismo efecto en nuestra piel.
Pues algo parecido ocurre en la zona vaginal, la mucosa se altera, pierde grosor y elasticidad, se producen cambios en la flora bacteriana (mayor susceptivilidad a infecciones) y disminuye mucho la lubricación natural... si no se pone remedio, se puede producir atrofia vaginal.
Como en casi todo, la clave está en prevenir, hay que estar alerta y anticiparse, porque se estima que más de los casos de sequedad vaginal empiezan entorno a los cuarenta años, con el inicio de la perimenopausia.
Los primeros signos suelen ser escozor, picor, irritación y dolor durante las relaciones sexuales( dispareunia). Además, suele aumentar el riesgo de cistitis e infecciones vaginales.
Por ello es importante, primero saber porque se está teniendo este problema, su intensidad y las repercusiones que tiene para una misma, para que el especialista pueda recomendar el tratamiento adecuado.
Hay diversos tratamientos en el mercado, uno de ellos, natural, es el gel de isoflavonas de soja(fitoestrógenos) que ayuda a regenerar el epitelio vaginal y a tratar su sequedad. Además, antes del coito se pueden usar lubricante hidrosoluble ( pH ligeramente ácido=5), similar al de la vagina, evitando también posibles infecciones.
Cremas hidratantes que proporcionan un alivio a largo plazo. Los estrógenos vaginales a bajas dosis mejoran considerablemente todos los síntomas comentados anteriormente.
Al margen de los tratamientos farmacológicos, es importante recomendar evitar agresiones externas que alteren la mucosa vaginal, tales como la utilización de jabones agresivos, desodorantes, protectores, fibras sintéticas, coitos traumáticos, entre otros.
Es recomendable mantener la actividad sexual, ya que, mejora la elasticidad tisular y aumenta la respuesta lubricadora.
La reducción del estrés y la terápia psicológica pueden ser una herramienta efectiva en causas no orgánicas, o en problemas como la falta de apetencia sexual (" la menopausia no es sinónimo de finalización de la feminidad, ni mucho menos de la sexualidad").
Extrapolar también muchas de estas explicaciones cuando se detecta una sequedad vulvar evidente (término de sequedad vulvovaginal). Esto puede desenvocar en una patología frecuente como es la vulvovaginitis atrófica.
La clave como he dicho antes es la prevención, mediante la fomentación de una buena higiene vaginal, hábitos miccionales correctos, ejercicios del suelo pélvico y la actividad sexual, contribuirán en gran medida a la mejora de los síntomas vaginales.
Por último, me gustaría añadir que sería muy útil, la inclusión de charlas educativas sobre el climaterio en las actividades programadas de los servicios de atención primaria (Programa de salud reproductiva y sexual) o centros socioculturales (bibliotecas, centro de la tercera edad...,etc).
Alejandra.
Alejandra.
la verdad es que las que tenemos éste problema siempre estamos buscando soluciones para eliminarla.
ResponderEliminar